Thursday 20 January 2011

¡Vuelvo a la vida cuando me tocas!

Sunday 16 January 2011

¿Cómo hacer que me importe algo que no me importa? Quiero decir, ¿es posible cambiar eso? ¿Es posible cambiar? Porque yo creo que uno es siempre uno, ni igual, ni diferente, uno sencillamente es lo que siente que debe ser en cada segundo que vive. Uno toma actitudes que difieren de algunas anteriores, simplemente porque se dan en otro momento, y quizás también en otro lugar, pero la esencia de la persona que las hace sigue siendo la misma. Si no cambias el cuerpo, el alma, la mente, el inconsciente, no hay forma de cambiar de personalidad. La personalidad es lo abstracto de la persona. Si una de esas dos cosas no cambia, entonces la otra tampoco lo hará. Y creo que, por lo menos yo, siempre voy a ser la misma persona.

Tuesday 11 January 2011

Si estoy con vos, no necesito nada.
Yo uso al enemigo, a mi nadie me controla, les tiro duro a los gringos y me auspicia Coca Cola. De la canasta de frutas, soy la única podrida. Adidas no me usa, yo estoy usando Adidas.
Mi estrategia es diferente, por la salida entro. Me infiltro en el sistema y exploto desde adentro. Todo lo que les digo es como el Aikido, uso a mi favor la fuerza del enemigo.
Ahora quítate el traje, falda y camiseta, despójate de prendas, marcas, etiquetas. Pa' cambiar al mundo, desnuda tu coraje; la honestidad no tiene ropa ni maquillaje.
No me hablen de carteles ni de los soprano. La mafia más grande vive en el Vaticano. Con el truco de la fé se cogen a la gente, se cogen a cualquiera que piense diferente.
A mi no me cogen, yo creo en lo que quiera. Creo en la gente, creo en mi bandera. Creo que los que me señalan con el dedo, me tienen miedo porque yo no tengo miedo.

Monday 10 January 2011

En este juego todo vale, porque después de todo, aunque haya mucho que aprender, en realidad no hay nada. ¿Quién es más y quién es menos para asumir el rol de enseñarle a otro a jugar? Cada quien desde su puesto, pateando la pelota para donde quiera patearla. Y sí, como todo vale, también hay gente que decide hacer "trampa". Pero, ¿quién es más y quién menos para juzgar actitudes ajenas? Puede ser trampa desde cierto punto de vista, desde otro, puede que no (porque evidentemente, desde el que la hace, no lo es). Es decir que, al fin y al cabo, acá no hay trampas. Y habiendo tantos jugadores, a veces es complicado determinar quién está en offside y quién no. Porque: ¿quién es más y quién es menos para merecer ser el que lo determine? El juez de línea puede equivocarse, o puede tener debilidad por un equipo u otro. En ninguna cabeza o corazón humano puede haber pura objetividad, que a mi no me mientan, así que todo aquel que juzgue lo hará para su beneficio... Objetividad... No sé de dónde sacaron esa palabra, pero todos y cada uno de los seres vivos existentes, miran, sienten, dicen y piensan desde su punto de vista, aunque se esfuercen para no hacerlo. Es que no hay otra forma. Todo es posible, menos que mis ojos no miren desde donde estoy parada yo. No importa cuán objetiva intente ser, los únicos pies con los que puedo caminar son los míos, por lo tanto, el camino que camine yo, no lo puede caminar nadie más, el único corazón que puedo sentir latir es el mio, los únicos pensamientos que puedo comprender íntegramente son los míos, y el único lugar en donde puedo estar es en el que estoy yo, porque cada uno ocupa un lugar distinto en el espacio. Nunca nadie va a poder "ponerse en el lugar de otro", ni física, ni emocional, ni interpretativamente. Hay que aceptar que cada uno tiene un color, un nombre y un número distinto en la camiseta. Y no nos queda más opción que aceptar y respetar la estrategia de juego de los demás y aquellas subjetividades con las que podemos o no estar de acuerdo, porque: ¿quiénes somos para discutir una opinión?, si, después de todo, todos somos subjetivos, y siempre lo seremos. Debemos respetar, y dejar ser al otro, si pretendemos ser respetados. De otra forma, discutiríamos eternamente, olvidándonos de disfrutar y comprender que podemos enriquecer nuestra estrategia de juego observando incluso a las más distintas a las propias... Y aunque al principio sea algo abrumador aceptar que puede que alguien más nos impida llevar a cabo la jugada, hay que saber que el partido va a terminar cuando ya no estemos preparados para seguir, porque nada es por azar. Aunque por eso mismo, en el fondo, todo lo es.

AYER, HOY, Y MAÑANA

Uno no es el presente con un pasado y un futuro. Pretender vivir del pasado y en el pasado es un error, un error tan grave como negarlo, borrarlo y no asumirlo con sus pro y sus contras. Valorizar sólo el presente, viviendo el día sin sopesar las consecuencias de nuestros actos en un futuro, es una actitud irresponsable de impredecibles resultados, y resignar todos nuestros sueños y ambiciones positivas por miedo a lo que vendrá suele ser un desacierto que nos hace llegar a la vejez con frustraciones de todo tipo que sólo sirven para alimentar depresiones varias.
Cada época del mundo y cada etapa de nuestra vida ponen sobre el tapete con más preponderancia el pasado, con todo su peso, ese pasado donde forjamos nuestra personalidad desde nuestra más tierna infancia. En ese territorio están padres, abuelos, maestros, compañeros de juegos y adultos, que con sus ejemplos, buenos o malos, son, nos guste o no, nuestros referentes de vida. El presente trae, con su abrumadora urgencia del día a día, la necesidad de tomar decisiones, y el futuro es la utopía, el sueño, el miedo, la incertidumbre, el paraíso o el infierno, la incógnita, que muchas veces nos ayuda y nos impulsa a la lucha por una mejor vida y otras nos paraliza por esa inseguridad que cada época trae consigo.
Recuerdo aún la desazón de mis padres cuando, allá por finales de la década del cuarenta, vaticinaban que nuestra generación se iba a encontrar con un mundo deshumanizado, con el peligro de una tercera guerra mundial, esta vez con armas atómicas de enorme poder destructivo, gobiernos autoritarios que podían variar desde un exacerbado individualismo, donde el lema iba a ser "tanto tienes, tanto vales", hasta terribles dictaduras comunistas con un discurso único y severa represión para los disidentes. Algunas cosas se cumplieron, otras no tanto y otras se desarrollaron de manera muy diferente (ni mejor ni peor, sólo diferente) de aquellos vaticinios. 
Y es que el mundo sigue siendo una caja de Pandora donde nada es lo que parece y donde lo único que sigue siendo seguro es que nadie puede estar seguro de nada.
Al llegar la década del sesenta, mis mayores se horrorizaron por nuestras largas melenas, la drogadicción cada vez más extendida en las nuevas generaciones, el eslogan "hagamos el amor y no la guerra", el vanguardismo en todas las artes, los happenings, la explosión francesa de 1968 y las revoluciones latinoamericanas. 
Los Beatles parecían los enviados del infierno. Con el tiempo, todo aquello entró en el pasado y los Beatles fueron condecorados por la reina Isabel II, que sigue reinando y ha sobrevivido a escándalos reales, cuernos conyugales, hijos rebeldes, nueras deslumbrantes y carismáticas, primeros ministros débiles, damas de hierro, películas en broma donde se la caricaturizó despiadadamente, como La pistola desnuda, o se la retrató tan fielmente que era casi obscenamente igual a sí misma, como La reina, con la genial Helen Mirren, y, sobre todo, sobrevivió a los más espantosos sombreros de la historia universal.
Todo pasa, todo se convierte en pasado, que engendra el presente y que sienta bases para un futuro que, por mucho que lo pensemos, lo adivinemos, lo presintamos o lo imaginemos, siempre será el territorio enigmático lleno de tinieblas que sólo se iluminan con algún que otro resplandor fugaz. Dicen que la historia jamás se repite de la misma forma; dicen también que primero es tragedia y luego se convierte en farsa. De todas maneras, no nos queda otra a los humanos sobrevivientes que relajarnos y aprovechar las experiencias, sin olvidar jamás quiénes fuimos, afirmándonos en lo que somos y no renunciando a lo que queremos ser. Y lo que hoy nos parece "lo peor que hemos vivido" pasar, y quizás nos sirva para no tropezar con las mismas piedras. Mientras haya vida, habrá esperanza.


Enrique Pinti

Saturday 8 January 2011

Gracias a la subjetividad tenemos la satisfactoria privacidad de ser los únicos que sabemos exactamente lo que sentimos. Y es posible que a veces la impotencia de no poder expresarnos tal y como queremos nos supere. Pero no podría ser de otra forma. Nada tan intenso como los sentimientos... ¿Para qué arruinarlos con palabras?

Friday 7 January 2011

No fuimos, ni seremos. Simplemente somos. Ni ayer, ni mañana. Ahora, y ahora, y en ningún otro momento... Es que no hay otro momento. Sólo vale el presente. ¿Cómo va a valer el pasado? Si todos perdiéramos la memoria, sería como si éste jamás hubiera existido. ¿Cómo va a valer el futuro? Si ni siquiera existe... Nunca es mañana, siempre es hoy, y siempre lo va a ser. Cuando sea mañana, será hoy de todos modos. Y el mes que viene, también será hoy. ¿Ves? No hay futuro. No hay otra forma de estar o existir en el tiempo. Existís hoy, ahora. Y en ningún momento más. Porque, ya te dije, no hay otro momento. Si no vivís hoy, no vivís nunca. Si no sos hoy, no sos nunca. Predecir y recordar: verbos a tachar en mi diccionario. Sólo vivir, sólo ser, sólo existir. Pero nunca recordando, porque esa fui, pero no soy ahora. Y nunca prediciendo, porque esa seré, pero no soy ahora. Y como no fui, ni seré, y simple y exclusivamente soy, ahora, (ni mañana, ni pasado, en ningún otro momento...) Eso es lo que vale: vivir (ahora). Ser (ahora). Existir (ahora).

Y no (insisto): en ningún otro momento. Porque no lo hay.

Wednesday 5 January 2011


And maybe this is what life's about
And maybe it's exactly the opposite

Sunday 2 January 2011

La felicidad está bloqueando mis neuronas.
2011, te pongo todas las fichas!